2.4.12

"Los británicos no podían creer que era un único soldado el que los frenaba disparando"


 Él sólo frenó una avanzada británica y le permitió replegarse a 120 compañeros. “Disparé desde todos lados”, dijo a 24CON. Es el único civil de la historia con la máxima condecoración, cuando la recibió era analfabeto.

 La Guerra de Malvinas llevó a la batalla a miles de jóvenes conscriptos que, algunos con apenas meses de instrucción militar, lucharon fusil en mano contra las entrenadas tropas británicas. Entre los colimbas, muchos destacaron y pusieron en juego su valor y su vida por sus compañeros, pero entre todos ellos uno en particular demostró de lo que podía ser capaz.

 El Soldado Oscar Poltronieri era el encargado de utilizar una ametralladora pesada MAG como integrante del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 de Mercedes. En una de las últimas batallas de la guerra, él sólo demoró el avance de los ingleses mientras sus compañeros se replegaban seguros. Su valor fue premiado, es el único civil de la Historia argentina que recibió la más alta condecoración. Tras la Guerra de Malvinas sólo 20 combatientes recibieron la Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate, Poltronieri es el único conscripto.

 “A mi la medalla me la dieron por lo que contaron los ingleses. Mis compañeros contaban lo que había hecho, yo relaté cómo había escapado, pero cuando los ingleses contaron cómo alguien los frenaba disparándoles, me dieron la medalla”, relató a 24CON.

 Aun cuando en la ciudad de Mercedes, hacia el oeste de Buenos Aires, apenas kilómetros fuera del Conurbano, una calle lleva su nombre y una plaza ostenta orgullosa un monumento a su figura, él se muestra humilde y sorprendido ante cada pregunta. Es que aunque sabe que lleva la misma medalla que los próceres argentinos, reconoce que no sabe cuán importante fue su trabajo.

 Ya cuando la mitad de junio había avanzado sobre las islas, al igual que las tropas inglesas, y el cerco de fuego se acercaba hacia Puerto Argentino, Poltronieri y su batallón se vieron cara a cara con el enemigo. “Mataron a un compañero que operaba otra MAG, me agarró una bronca… entonces me quede solo. Replegué una compañía mientras yo sostenía a los ingleses”, en pocas palabras Poltronieri resume cómo le salvó la vida a más de 100 compañeros.

 La superioridad numérica y técnica de los ingleses hacía que no detuvieran su paso. Mientras las tropas argentinas replegaban desde los cerros hacia la capital de las islas, continuaban disparando. Los morteros británicos impactaban entre los soldados que regresaban a Puerto Argentino. “Disparaba y me replegaba, y volvía a disparar. Tiré desde el cerro Dos Hermanas, desde el monte Longdon y monte Tumbledown. Los ingleses nunca supieron que era uno sólo”, afirmó orgulloso.

 Dos días después de que sus compañeros se replegaran y lo dejaran al joven soldado como única cobertura, reapareció en Puerto Argentino sin un solo rasguño. “Me dieron por muerto tres veces, pero las tres reaparecí tirando otra vez. Cuando volví al cementerio, donde habían replegado mis compañeros, no lo podían creer. Tuve un dios aparte”.

 Días antes de la guerra sufrió un incidente que casi lo aleja de su destino heroico: “se me metió una mosca en el oído, y me hizo gusanos. En el regimiento me atendieron y me los sacaron, casi pierdo el oído derecho. Entonces me firmaron la baja, me podía ir a mi casa, pero yo no lo firmé, no me quería ir, y unos meses después empezó lo de Malvinas… era mi destino”, explicó.

 Poltronieri se transformó en el héroe de los colimbas. El Congreso Nacional lo condecoró y él entendió que había cumplido. Sin embargo, no pudo leer lo que decía la cruz que le entregaban, Poltronieri no sabía leer ni escribir. Las notas que se escribieron sobre sus acciones las pudo leer recién hace pocos años cuando ingresó a la escuela. Reconoce que le cuesta y le lleva tiempo reconocer cada letra, pero hoy puede leer y escribir.

 Su analfabetismo sumado a la notoriedad que le dieron sus acciones en Malvinas lo llevaron a sufrir algunos problemas. Durante los noventa, el municipio de General Rodríguez le entregó una casa, pero un concejal lo invitó a firmar unos documentos que él no supo leer. Firmó la entrega del inmueble al concejal y quedó en la calle. Con el paso de los años el Municipio de Mercedes le cedió un lote donde hoy busca levantar una casa prefabricada. Trabaja en el Hospital Militar de Campo de Mayo y es un referente sobre los soldados que combatieron en Malvinas.

Poltronieri volvió hace dos años a las islas para filmar el documental
El Héroe del monte Dos Hermanas
 “Estas semanas tuve mucho trabajo. Dimos charlas en colegios, programas de televisión, notas. Además trabajo en una película”. Es la segunda película donde trabaja como él mismo. En abril del año pasado se estrenó el documental El Héroe de Monte Dos Hermanas, donde se muestra su regreso a su posición en las islas, luego de más de dos décadas de haberla abandonado.

 El Conflicto de Malvinas sigue siendo el motor de su vida. Espera el día en que Gran Bretaña se siente a discutir con Argentina sobre soberanía y cuando las islas dejen de estar ocupadas. Espera y sabe lo que hará ese día: “Me voy a vivir a las islas, voy a ser el primero en ir, es mi tierra. Malvinas es un sentimiento para mi. Ojalá nos devuelvan las islas, pero se va a poner muy duro, tienen semejante base, han hecho cualquier cosa en las islas. Me gusta la estrategia argentina de ir hablando con todos los países y conseguir apoyo… Ojalá vuelvan a la Argentina”, finalizó.

 Humilde y silencioso, Poltronieri vive sólo. Habla de los colegios humildes que visita para contar su historia y de las necesidades de los comedores de Mercedes. Se emociona al ver la necesidad de los chicos de su barrio y recuerda a su ex esposa y sus hijos que viven en Entre Ríos. Quiere tener su casa y más tiempo para practicar lectura. Cada día que vive, piensa y sueña con el día en que pueda regresar a las Islas Malvinas para establecerse y empezar de nuevo como un habitante de las frías islas del sur.

Leandro Fernández Vivas | 24CON | Lunes 2 de abril de 2012.